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APPCC Industria cárnica: sistemas de control y seguridad alimentaria

3 agosto, 2017
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3 agosto, 2017

Normativas de seguridad para el queso: APPCC y IFS

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Normativas de seguridad para el queso: APPCC y IFS
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Dentro de la industria alimentaria, los productos lácteos son considerados alimentos esenciales para el consumo de la sociedad. Su elaboración requiere medidas de seguridad alimentarias en todas las fases de los procesos de producción que deben respetar las normativas actuales.

Los sistemas de autocontrol que garantizan la seguridad de los productos que se elaboran deben contribuir a prevenir los peligros en las diferentes etapas de la cadena de producción.

La implantación de sistemas de control y seguridad como el Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos o la norma IFS contribuyen no sólo a mantener la higiene de los productos alimenticios y la salud de los consumidores, sino también la competitividad de las empresas dentro de la industria.

La utilización de la norma IFS, en el caso de las empresas dedicadas a la distribución de quesos, funciona como garantía de seguridad de la marca. Lo cual aumenta la confianza de las empresas del sector y de los compradores finales del producto.

APPCC en el queso

A la hora diseñar un plan de seguridad alimentaria para la fabricación de quesos se debe tener en cuenta el buen uso del sistema APPCC. El enfoque del sistema es sistemático y con base científica para evitar peligros que puedan afectar a la inocuidad de los alimentos.

El sistema funciona como método preventivo para el control de la producción del queso en todas sus fases para garantizar la seguridad alimentaria.

Para la elaboración del queso, sea cual sea la leche que se utilice, es necesario tener control sobre la gestión de los distintos procesos a los que la materia prima es sometida.

Desde el momento de la obtención de la leche, hasta la venta del queso al consumidor final, las pautas marcadas por el sistema APPCC deben ser respetadas para asegurar la salubridad del producto. El sistema debe ser aplicado a todos los eslabones de la cadena, incluyendo la producción, el procesado, transporte, almacenamiento y comercialización.

Esta metodología de autocontrol es obligatoria en todas las empresas dedicadas al sector alimenticio. Su implementación tiene grandes beneficios entre los cuales destacan la prevención de riesgos sanitarios, la confianza en los productos elaborados, evidencia documentada del control y el cumplimiento de las normas y la legislación.

Otra referencia normativa de gran peso en el sector de la venta mayorista la exportación es la norma IFS, cuyos cimientos al igual que en BRC son los principios del APPCC. Las empresas certificadas en cualquiera de estas dos normas, potencian su marca y mejoran el desarrollo global.

 

Norma alimentaria IFS

La International Food Standard (IFS) es un sistema de seguridad alimentaria impulsado por asociaciones de distribuidores de Alemania, Italia y Francia. Su creación se debe al interés de los distribuidores de poseer una norma de calidad y seguridad alimentaria común.

La iniciativa IFS fue ideada por la aparición de nuevas normativas y requisitos legales en relación con la distribución internacional de productos alimenticios. La norma IFS está dirigida a todas las empresas dedicadas al sector alimentario y envasado de productos que quieran ampliar su mercado a los países ya mencionados.

Para poder hacer uso de la norma IFS es necesario mantener una correcta gestión de la seguridad alimentaria de las empresas mediante el uso del sistema de control de seguridad alimentaria APPCC.

Los objetivos de la International Food Standart (IFS) se basan en crear una norma común que posea un sistema de evaluación uniforme para todos aquellos distribuidores y mayoristas de marca propia que deseen exportar sus productos. Además, IFS pretende trabajar con los organismos de certificación y garantizar la transparencia de la información en todas las fases de la cadena alimentaria.

La aplicación de norma IFS también busca facilitar el tránsito a la hora de reducir procesos innecesarios, reduciendo así costes y ahorrando tiempo tanto a los proveedores, como a los minoristas.

Los beneficios de la aplicación de la norma de IFS en empresas dedicadas a productos lácteos como el queso son muchos y muy variados. Entre ellos podemos mencionar la reducción de las auditorías debido a la obtención de la certificación y la prueba evidente del cumplimiento de las normativas en cuanto a seguridad alimentaria se refiere.

El acceso a nuevos mercados y suponer una diferencia competitiva son dos de los más importantes beneficios de IFS, aunque utilizar la norma IFS como método para armonizar los procesos de seguridad y calidad alimentaria también son grandes beneficios.

Los requisitos para poder poner en marcha la norma IFS se fundamentan en términos generales en llevar a cabo un sistema de control total de la inocuidad de todas las fases de la cadena de producción. Estos requisitos se pueden lograr mediante el uso del APPCC, la implantación de un sistema de trazabilidad y la aplicación de las normativas vigentes sobre inocuidad y calidad alimentaria.

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